El ambiente agradable a toda hora y en especial durante las comidas genera actitudes y hábitos favorables respecto a los alimentos.


Evitar que las relaciones familiares y sociales se afecten por situaciones originadas al comenzar la alimentación del niño.


El amor de los padres y el sentido común son tan importantes en hacer felices las horas de comer, como el conocimiento de la psicología infantil.


Una actitud tranquila de los padres y una sonrisa con cada cucharada, ya sea aceptada o rechazada, es una regla fácil de enseñar y de seguir.


La introducción razonablemente temprana de alimentos suplementarios puede ser valiosa para evitar tensiones a la hora de comer.


Los padres deben respetar las señales de que su bebé ha comido suficiente y no oponerse a ella, ejerciendo presiones sutiles para que el niño termine su tetero o una porción de alimento.


Si durante el primer año de edad se emplearon buenas y razonables técnicas alimenticias, es difícil que en edades posteriores surjan problemas relacionados con la comida.


Los padres deben determinar Qué como su hijo y el hijo debe determinar Cuánto come.